A Papá

19 junio 2011

Éste fue un Día del Padre peculiar. La pasé rodeado de papás, en familia, en pareja, en confianza; mucha comida, mucha bebida y mucha llovizna. Pero sin música. En (casi) todo el día. Salvo por un breve lapso de tiempo en donde, al llegar la noche, llegué a reconocer algunas salsas sonando de fondo. Salsas que recuerdo gracias a que fui expuesto a ellas desde pequeño. De pronto comencé a enlazar cosas en mi cabeza. Recordé a mi viejo, recordé sus vinilos y su equipo Sansui con tocadiscos y radio AM/FM, recordé aquella vez que pagó las entradas para que vayamos con mi vieja a ver al Gran Combo de Puerto Rico a la Feria del Hogar. Recuerdo que cantaron «Aguacero», y cada pequeñísima gotita de llovizna caída este domingo me hicieron extrañarlo todavía mucho más.

Deja un comentario